Archive for the ‘Europa del Este’ category

Nuevo virús causa ceguera – sólo a periodistas

octubre 26, 2010

Ni en francés, ni en inglés, ni en español, ni en italiano, y menos mal que en Alemania sí se publicó algo sobre el asesinato en Łódź (se pronuncia más o menos «uch»), porque hasta se me pasó por la cabeza quedarme en el exilio en Ucrania, donde iba sólo de conferencia… ¡Hasta la prensa de allí bajo Yanúkovych es más plural!

No es que me crea precisamente que Varsovia es el ombligo del mundo, pero ¿no extraña de verdad que en la última semana en la prensa en todos esos idiomas sí se ha podido leer que los obispos polacos tienen su opinión sobre la in-vitro (que, por cierto, no ha cambiado nada, así que no veo dónde está la novedad), mientras que sobre el primer asesinato político desde 1989 nada? ¿Tan humildes se han vuelto los corresponsales en bloque que dejan todos esa noticia para otros? Y eso en un país que, catástrofes aparte, tampoco es que de mucho de qué hablar a diario. Parecería que se les hubieran roto los esquemas al ver que la víctima era del partido de Kaczynski: «si los hechos no concuerdan con mi teoría, peor para los hechos».

O han sido presa de un desconocido virús que provoca ceguera colectiva y selectiva, o filtran a conciencia ellos las noticias, o alguien se las filtra, y no sé qué es peor.

«Katyń, maldito Katyń»

abril 10, 2010

Me enteré en la calle, la dueña del kiosko lloraba desconsolada, también acababa de llegarle la noticia. Todo un país está delante del televisor. Un río de gente se ha concentrado delante del palacio presidencial. Flores, velas y ambiente de luto.

La muerte pone todo en su sitio. Une. En un momento en el que se estaban tirando trastos a la cabeza, preparándose para las elecciones presidenciales de otoño, todas las diferencias dejan de tener sentido. La catástrofe ha sido sin precedentes. Han muerto el presidente de la República, Lech Kaczynski, su esposa y toda la delegación oficial que se dirigía a Katyń, a homenajear a los fusilados de 1940. En el avión viajaban representantes de todos los partidos del parlamento, la flor y nata del ejército.

Aleksander Kwasniewski, ex-presidente de Polonia sobre Katyń: «Es un lugar maldito, en el que desapareció élite de la II República y ahora muere la gente más importante de la III República». «Si alguien nos lo hubiera presentado como escenario de una película, habríamos pensado que el autor desvaría, que se ha pasado de la raya».

Ahora las funciones de Jefe de Estado la desempeñará, según lo que prevee la Constitución, el presidente del Parlamento, Bronislaw Komorowski, que acababa de ser elegido candidato de la Plataforma Cívica a la presidencia del país. Nunca habría pensado, y menos deseado, llegar de este modo al cargo.

http://wideo.gazeta.pl/wideo/10,76005,7752793,Katastrofa_pod_Smolenskiem__Prezydent_nie_zyje__zdjecia.html

Esta tarde y mañana se celebrarán numerosas misas por las víctimas y por la patria.

Elegir un mito

marzo 5, 2010

Hace exactamente 70 años, los mandatarios soviéticos decidieron deshacerse de unos 20.000 prisioneros polacos con un tiro en la nuca. Fue un acto más en la larga serie de crímenes del comunismo, pero tiene mucho de excepcional. No por los números -unas gotitas de sangre si se compara con el Holodomor en Ucrania – pero sí por lo que se buscaba: aniquilar la inteligentsya de Polonia y quebrar así la columna vertebral a una nación entera (una nación con la que, por cierto, no se encontraban en estado de guerra). No estuvo sola la URSS en su empeño: el III Reich fue un «digno» competidor, a la vez que socio fiel hasta junio de 1941.



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Entre la peste y el cólera

febrero 6, 2010

Hasta hace no mucho podía decirse con bastante razón que Kyiv era la capital de Ucrania y Lviv -o Leópolis- la de los ucranianos. En concreto, esta frase era actual hasta la revolución naranja que tuvo su epicentro en Kyiv, cuyos habitantes se lanzaron en masa a la calle para defender su joven democracia. (más…)

De palabras y hechos

enero 17, 2010

¿Quién en Europa no ha oído hablar de lo anacrónico e incluso peligroso que puede ser el nacionalismo polaco encarnado en los terribles gemelos? Aunque con mucho menos ruido, cosas más inquietantes ocurren ahora, anno Domini 2010, en otros lugares de Europa, concretamente en Alemania. Luego la gente se extrañará si vuelve a ganar Kaczyński las elecciones presidenciales este año…

Para crear la polémica de la que trata este artículo, a Baviera y Hesse se les unió un tercer «land»: hasta la fecha, en los documentos expedidos a los habitantes de Mecklemburgo-Pomerania nacidos después de la guerra en Szczecin, Wrocław o Gdańsk podía leerse «Polonia» como lugar de nacimiento. (más…)

Los Reyes en Varsovia

enero 4, 2010

Polonia, como tantos países de Europa, sigue siendo dominio de s. Nicolás en lo que a «repartidores» de regalos a gran escala se refiere. Los Reyes Magos, cuya fiesta eliminaron los comunistas del calendario, vuelven a hacer acto de presencia, aunque no tienen intención de hacerle la competencia.

En los países del antiguo bloque comunista, al igual que en muchos otros lugares de nuestro planeta, el consumismo tiene una fuerte tendencia a convertir una fiesta tan importante como la Navidad en un espectáculo banal, con ánimo de lucro, por supuesto.

Por eso tiene tanto valor la iniciativa de un grupo de padres y profesores de un colegio de Varsovia, Żagle, en el que por otro lado tengo el placer de impartir dar clases: montar una Cabalgata de Reyes en el corazón del casco antiguo de la ciudad. En nuestro tiempo, mostrar las raíces cristianas de cualquier cosa significa ir contracorriente. Basta con echar un vistazo a las cabalgatas de casi cualquier ciudad española cada 5 de enero para darse cuenta de que todo es folklore y dulces para los niños (y no tan niños, a veces). Aquí ha pasado lo contrario: Los más de cinco grados bajo cero no impidieron que más de 10.000 personas se dieran cita frente al palacio real de Varsovia para marchar junto a los Reyes y al arzobispo de la ciudad hacia el portal de Belén que se había construído en la plaza del Nowe Miasto.

A Melchor, Gaspar y Baltasar les seguían sus respectivos séquitos, formados por alumnos del colegio y por la multitud, pues cada asistente recibió una corona y un cancionero con los villancicos que se iban entonando para acompañar sin que importara que muchos desafinaran. Durante el recorrido, sus majestades tuvieron que hacer caso omiso al sibilino Herodes, que pretendía que le rindieran culto a él. También tuvo lugar una espectacular batalla entre ángeles y demonios -estos últimos trataban de confundir a los Reyes, mostrándoles un camino equivocado a Belén. No se dejaron engañar: llegaron al portal sanos y salvos y allí ofrecieron a la Sagrada Familia oro, incienso y mirra.

El año pasado me hicieron montar a caballo por primera vez en mi vida, con el papel de Melchor. Ayer fui destronado y me dediqué a hacer fotos. Aquí dejo algunas.

Alrededor del «Arbeit macht frei»

diciembre 26, 2009

De Timothy Garton Ash

Entre Hanukkah y Navidad, alguien roba el cartel que está sobre la entrada del campo de exterminio de Auschwitz. La policía polaca lo recupera y atrapa a los ladrones, que, al parecer, lo habían hecho por encargo de una persona en el extranjero. Nos cuesta imaginar qué tipo de ser humano puede querer una cosa así para su colección privada. Pese a todos los asesinatos de masas, toda la esclavitud y toda la tortura que ha habido desde entonces, Auschwitz sigue siendo, para un europeo de mi generación, el símbolo por excelencia de la maldad humana en nuestros tiempos.

Este grotesco episodio remata un año en el que las relaciones entre los cristianos y los judíos en general, y los cristianos polacos y los judíos polacos en particular, han vuelto a ser materia de debate. Los fantasmas de un pasado torturado en Europa del Este aullaron incluso por los pasillos de Westminster, cuando los conservadores anunciaron su alianza en el Parlamento Europeo con un grupo de partidos de extrema derecha, sobre todo de Europa central y del este, y colocaron a sus parlamentarios bajo la dirección de Michal Kaminski, perteneciente al partido Ley y Justicia de Polonia. (más…)

Popiełuszko no es historia

diciembre 20, 2009

Casi con toda seguridad, el año que viene la Iglesia agreguará a dos importantes polacos -Juan Pablo II y Jerzy Popiełuszko – al número de sus beatos. El primero ya lleva el apelativo de el Grande. El martirio del segundo conmocionó en su momento a toda Europa.

Empiezo con JPII y Popiełuszko y de repente aparece en este artículo Roman Giertych, ex-líder de la Liga de las Familias Polacas. ¿Qué tendrá que ver la velocidad con el tocino? Pues bien, ya escribí en su momento sobre las escuchas que una de las agendas de seguridad estatales estaba haciendo a periodistas y abogados. Entre otros, le tocó a Giertych. No por casualidad, porque en realidad el objetivo no era él mismo, sino quien estaba al otro lado del cable, que era Wojciech Sumliński, un conocido periodista en apuros por investigar demasiado un asesinato de hace 25 años… el de Popiełusko.

Sumliński no es un plumilla cualquiera, fue pionero en el periodismo de investigación en Polonia, llegó lejos en sus pesquisas en el mundo de las mafias de este país. Desde que fijó su atención en las incoherencias del «caso Popiełuszko» las cloacas del Estado no le han dado tregua, llevándole en su persecución a una presión tal que trató de suicidarse dentro la que fuera parroquia del «cura de Solidaridad». Gracias a Dios, recibió ayuda a tiempo y le salvaron.

¿Qué puede importar la muerte de un curita en tiempos del comunismo? Pues que no fue un crimen normal, uno de tantos: sigue siendo el asesinato más importante ocurrido en Polonia en los últimos treinta años, y el más misterioso. Cambió el curso de los acontecimientos.

Sumliński en dos libros escritos en base al material de sus investigaciones que consiguió salvar -su vivienda fue «misteriosamente» asaltada y sus papeles robados- demuestra que lo único que hay de cierto en lo que sabíamos hasta el momento era el día en que d. Jerzy desapareció. Deja claro que los cuatro condenados no pudieron hacer sólos el «trabajo» y las pistas llevan directamente a los dos mandarines del momento: los generales Jaruzelski y Kiszczak aparecen como inspiradores del crimen en primera persona. Y ya casi en 2010, después de tantos años, sigue habiendo muchos que hacen lo posible para que la verdad no vea la luz. ¿Quién dice que la historia no importa?

Indignados… todos

diciembre 18, 2009

La indignación es absoluta, universal. Lo que significa ese letrero para los judíos está claro para todos. Pero dejo aquí una pequeña nota para hacer ver que no están solos en su ultraje.  Sacada del diario Rzeczpospolita

«El robo de la placa de la puerta de entrada al lugar del martirio del padre Maximiliano Kolbe en la Polonia católica debe provocar una especial indignación, tanta como la profanación del claustro de Jasna Góra (Częstochowa)»- declaró Władysław Bartoszewski, antiguo prisionero de Auschwitz y director del Consejo Internacional del Museo de Auschwitz-Birkenau.

¿Antisemitismo? Dudoso: allí perecieron también cientos de miles de polacos -de hecho, inicialmente Auschwitz estaba planeado para ellos – aunque todo podría ser. Se baraja también que sea un coleccionista demente. Así, a primera vista, podría ser también una apuesta del tipo «¿a que no tienes valor de robar eso?» de dos borrachines.

La ley del abejorro

diciembre 15, 2009

Se lamentaba Marta en un comentario al post anterior de que Lviv es la ciudad más retrasada en la preparación de la Eurocopa 2012 de Polonia y Ucrania y aprovecho para seguir el hilo.

Es cierto, con excepción de la base hotelera, y no podía ser de otra manera: es la ciudad menos industrializada y no tiene oligarcas como Pinchuk, Akhmetov o similares. Pero no es menos verdad que es la ciudad más atractiva turísticamente de las que acogen el torneo, y lo seguiría siendo incluso si Cracovia fuera también sede. Y me alegro enormemente de que no la hayan tachado de la lista, independientemente de los motivos que haya tenido Platini para no modificar los planes.

Pero no de fútbol quería escribir, sino sobre la lentitud de los cambios sociales y económicos en Ucrania, muy lentos si se los compara a los de otros países del antiguo bloque. Las analogías y las comparaciones suelen ser odiosas, pero a veces salen ilustrativas y además éstas dos las tengo de un ucraniano, Igor Balinskiy, redactor jefe del portal zaxid.net, el más leído del Oeste de Ucrania (захід -zakhid-, en ucraniano, significa eso: Oeste). Pues bien, mientras que cuando se derribaba el comunismo en Polonia habia miles y miles de disidentes «fichados» por los servicios de seguridad y se hablaba (aunque con exageración) de diez millones de miembros de «Solidaridad», en Ucrania había, oficialmente, unos ochocientos osados. Sea como fuere, ¿qué es eso para un país tan grande? Otro dato curioso, más actual: mientras que en Polonia había antes de la crisis tres billonarios, en Ucrania, con una economía más frágil, había ciento cuarenta.

En fin, que teniendo en cuenta el grado de sovietización de la sociedad y el poder que han alcanzado los mandamases del viejo régimen, es lógico que no se note una aceleración «excesiva». El valor de algunas cosas consiste sencillamente en que existen. Ucrania es una de ellas. Me contaba tomando un café Yaroslav Hrytsak, brillante historiador ucraniano, cómo un diplomático británico, al poco de que Ucrania alcanzara la independencia, decía que este país era como un abejorro, que si uno lo mira detenidamente, lo primero que piensa es: «¡este bicho es imposible que vuele!» Pero vuela. Con un vuelo poco gracioso, cierto, pero vuela. Y la Eurocopa, aunque desde el punto de vista organizativo pueda resultar según los estándares europeos un fracaso, y para los hinchas que viajen un shock cultural, merecerá la pena.

Hrytsak se refería también con este ejemplo del abejorro a los abismos que separan históricamente a diferentes regiones de Ucrania, en teoría casi insalvables. Pero sobre eso, otro día. También sobre los que son menos optimistas, que no faltan. Eso sí, el café con el profesor tuvo su gracia: un español y un ucraniano que en la histórica cafetería «Vienesa» de Lviv conversaban en polaco.